Proceso de creación de un espectáculo teatral por Mariana Percovich Temporada 2008- 2009- 2011
sábado, 4 de octubre de 2008
Crítica de Quito: El Comercio
'Una lluvia irlandesa' inundó a El Pobre Diablo
Redacción Cultura
No había cómo no sentirse un voyeur en la puesta en escena de la obra 'Una lluvia irlandesa'. En la mesa de al lado, una pareja se conocía, se coqueteaba, se iban juntos y, al pasar cerca de uno, se besaban. Luego, la misma pareja, con otro ánimo, conversaba irritada de pie, también cerca, mientras esperaba por un lugar para sentarse.
La noche del sábado, pasadas las 22:00, quienes ocupaban las mesas del bar El Pobre Diablo se sentían como intrusos en la conversación de los vecinos.
La obra marcó el décimo día de funciones en el XI Festival Internacional de Teatro Experimental en Quito y Guayaquil (FITE Q/G 2008). La compañía uruguaya Complot tomó a El Pobre Diablo como escenario. La propuesta fue seductora. En medio de la gente conversando, comiendo empanaditas de morocho y chulpi con chochos, apareció una muchacha con rostro tímido pero sonriente, con un paraguas en la mano. Una luz la iluminó al comenzar su monólogo. "El día que lo conocí llovía. Una lluvia clara en mi memoria. Pensé que así debía llover en Dublín. Si, así debía llover en Dublín".
Un tono dulce para describir ese primer encuentro. Luego aparecía él, la quería abordar. Le juró que leía sus pensamientos.
Los actores, Gimena Fajardo y Gustavo Saffores, se destacaron en su lenguaje corporal. Los temblores en las manos de ambos, los deseos de él de llegar con sus dedos a las delicadas manos de ella conmovían. También fue buena la vocalización: el diálogo íntimo se escuchaba en todas las mesas.
Tras ese cuadro, volvió el monólogo. El mismo, solo que con una variante. Ya no comenzaba con "El día que lo conocí llovía". Ahora, el texto era "El día que supe que me engañaba llovía". El tono de voz cambió. Luego llegaron "El día que aborté llovía" y "El día que lo dejé llovía".
El texto, del catalán Joseph Pere Peyró, fue el punto débil de la obra puesta en escena por la directora Mariana Percovich. La repetición del monólogo vuelve a la pieza predecible. Aun así, el público terminó entusiasmado: no siempre se es parte de la obra.
http://www.elcomercio.com/
viernes, 3 de octubre de 2008
Crítica de El Universo de Guayaquil
Una lluvia irlandesa, obra del grupo Complot
Otra mirada del público
CRISTIAN CORTEZ PARA EL UNIVERSO
La pieza, que se escenificó en Diva Nicotina, fue parte del Festival Internacional de Teatro Experimental FITE Q/G 2008.
Los aspectos más relevantes de la propuesta que el grupo Complot de Uruguay presentó la noche del miércoles dentro del XI Festival Internacional de Teatro Experimental fueron la intención de indagar las diferentes posibilidades de mirada del público. ¿De dónde le convenía a la escena ser mirada?; incomodar al espectador hasta hacerlo buscar con su mirada lo que iba sucediendo y finalmente, otorgarle al público distintas “máscaras”, no solo la tradicional de espectadores a una obra, sino la “máscara” de curiosos de una conversación ajena en un bar, la de seres humanos solidarios ante la tristeza de otros, la de psicoanalistas, o, simplemente, la del vouyeur.
La inversión de los pactos se planteó desde el inicio a los asistentes y eran parte del espectáculo. Se trató de la obra Una lluvia irlandesa del catalán Josep Pere Peyró, interpretada por Gimena Fajardo y Gustavo Saffores bajo la dirección de la uruguaya Mariana Percovich.
Los dos personajes irrumpieron, en tono muy realista dentro de un bar real, donde, además, el público formaba parte de los clientes, ubicándose a tal proximidad con los actores que incomodaba.
Dentro de una actuación minimalista, casi cinematográfica, dio la ilusión a ratos de estar metidos en un filme, en una obra de teatro tridimensional o en la vida misma; su interpretación estuvo lo suficiente medida, pero haciendo notar sus gestos y reacciones.
Una obra naturalista sin dejar a un lado la teatralidad de ese escenario no convencional. El uso de los micrófonos, aparte de ayudar a apaciguar el ruido exterior, fue un recurso de distanciamiento que a cada momento recordaba que lo que se estaba viendo era ficción, verdadero teatro.
El texto inconmensurablemente poético, con influencias lacanianas y a ratos algo reiterativo, no tuvo la intención de contar ninguna historia; solo transmitir fragmentos de la vida de una pareja, sin presentar un argumento completo, ni aristotélicamente hilvanado, solo flashes, fotografías, sentimientos, sensaciones; que transmitieron una gran tristeza y una gran desolación. El uso de la lluvia también como símbolo, como las lágrimas de la actriz, como elemento difuminante de los deseos, los recuerdos, de las promesas y del olvido.
jueves, 2 de octubre de 2008
Bar Pobre Diablo
Para que si van a Quito lo visiten. Una lluvia irlandesa ya es parte de la historia del Bar.
Gracias a Paco, Pepe y Patricia sus increibles y artistas dueños.
Nos sentimos en casa también en Quito.
La música de Croatto mató en Ecuador. Nos pone contentos por Leo y por todos nosotros.
Lluvia siguió su viaje.
La web del Bar
http://www.elpobrediablo.com/Paginas/Que_Paso.html
Noche de estreno, equipo bi nacional
Antes había mostrado a "la Florencia" mirando al increible Luis del Pobre Diablo, que se deslizaba por las tablas del piso del bar, limpiándolo. Era algo bello de ver, un bailarín que con sus movimientos dejaba relucientes los largos tablones del local.
En estas fotos, abrigados Gime y Gus, antes de entrar al bar y la barra técnica ecuatoriana y uruguaya: German, Jorge, Flor y Gerardo, más nuestro ángel guardián en Quito: Daniel
Bar Pobre Diablo
Montaje y dulce recibimiento en el Bar Pobre Diablo un reducto de la buena cocina ecuatoriana, el jazz y la música. Mucha madera, luz de velas. Fue el lugar perfecto para nuestras presentaciones en Quito.
Los dueños habían hecho su propia gráfica. Tuvimos dos funciones a tope, llenas llenas, y con un público integrado por gente de la música, el teatro y el cine. No faltó el Embajador de Uruguay y su esposa. Montaje super profesional del FITEQ. En la foto Jorge, uno de nuestros ángeles guardianes, todos comandados por Juan Francisco el coordinador técnico del Festival.
Las impresionantes montañas quiteñas
Vista desde la altura de Quito.
Me enamoraron esas alturas. Todos fuimos un poco sacudidos por los 2.800 metros por sobre el nivel del mar. Falta de aire, dolor de espalda, cambiar la forma de respirar y hasta de hablar. Chévere, super lento por un tiempo. Lluvia en Quito aprende a respirar de nuevo.
Quito y su altura
Llegamos a Quito: ciudad bella que nos enamoró. Especialmente sus montañas impactantes.
El equipo almuerza en Este Café, el bar del Festival, junto a las compañías de Italia, Espeaña, Chile, Suiza, Argentina. Mucha comida con plátano. Casi lo comen como nosotros el pan. Quito es bella. De verdad.
Parttiendo de Guayaquil
El equipo junto al productor del FITE G Carlos Esteban. Todo fue intenso y esa mañana partíamos hacia la altura de Quito. La función de Guayaquil fue compleja, Gimena y Gustavo usaron micrófonos y no salió del todo bien. Aprendimos para las funciones de Quito.La pasamos muy bien en Guaya.
Lluvia en Diva Nicotina
Diva Nicotina en Guayaquil: un reducto de los buenos habanos, y la música alternativa y el jazz. Eduardo su dueño nos abrió su casa y fue un encanto con nosotros
Si entran a su myspace podrán escuchar música de la buena.
http://www.myspace.com/divanicotina
COMPLOT en Guayaquil
Sigo, ya desde Montevideo, con las fotos de Guayaquil. Nuestra presentación fue en el hermoso bar Diva Nicotina. Aquí van más fotos. Así nos identificaban por Ecuador.
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